• La joven estrella HD169142 muestra un disco de gas y polvo donde se aprecian dos cavidades en forma de anillo, posiblemente debidas a la formación de sendos planetas.
  • Los discos con este tipo de estructuras se conocen como "discos de transición" y se consideran una etapa clave para comprender cómo se forman los sistemas planetarios.

Usando las nuevas capacidades del radiotelescopio Karl G. Jansky Very Large Array (VLA), un equipo de científicos han descubierto que un par de protoestrellas muy jóvenes son en realidad sistemas dobles cada una, es decir, que tienen compañeras que no habían sido descubiertas previamente. Este descubrimiento da un fuerte apoyo a una de las explicaciones que compiten para explicar cómo se forman los sistemas de estrellas dobles. El equipo incluye científicos de EUA, los Países Bajos y por México a los Dres. Paola D’Alessio y Laurent Loinard del Centro de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM en Morelia.

El pasado 14 de noviembre, después de 8 años y medio de lucha contra el cáncer, falleció la Dra. Paola D'Alessio Vessuri, investigadora del CRyA.

Un grupo de astrónomos, entre ellos las mexicanas Rosa Amelía González y Karla Adriana Álamo Martínez del CRyA, han encontrado y estudiado el conjunto de cúmulos estelares globulares más numeroso detectado hasta la fecha. El sistema de objetos está asociado con la parte central del grupo de galaxias Abell 1689, uno de los más masivos en su tipo. Usando una imagen del Telescopio Espacial Hubble, los investigadores determinaron que la cantidad de cúmulos globulares podría llegar a más de 162 mil, con lo que se convierte en el sistema más numeroso hasta ahora descubierto. El estudio apunta también a una posible correlación entre los cúmulos globulares y la escurridiza materia oscura.

El trabajo reciente del Grupo de Turbulencia y Formación Estelar del CRyA propone un cambio en el paradigma de la estructura de las nubes interestelares en las que se forman las estrellas, reemplazando la vieja hipótesis de que las nubes se encuentran en equilibrio por un escenario mucho más dinámico, en el que las nubes se están colapsando para formar estrellas. Este escenario es perfectamente consistente con las observaciones existentes de las nubes interestelares.